¿Qué es el espiritismo?
Espiritismo. Yo mismo, incluso antes de comenzar a estudiarlo, pensaba que el Espiritismo era algo negativo, malo, que iba a llevar mi vida por el mal camino. Lo cierto es que estamos muy equivocados acerca de lo que es esta doctrina filosófica. Por lo general, la acusamos sin ningún tipo de estudio previo, dejándonos llevar por ideas preconcebidas.
La música, la prensa, los videojuegos e incluso el mundo del cine nos han hecho ver el Espiritismo desde un prisma totalmente equivocado. Pero, afortunadamente, tenemos suficiente información a nuestro alcance que nos permite definir el Espiritismo correctamente.
Allan Kardec, en su libro “¿Qué es el Espiritismo?” avisa de que “no es un descubrimiento moderno“. No hay equivocación posible en esas palabras. El Espiritismo, o mejor dicho, sus principales protagonistas, siempre han existido y siempre existirán. Dios, por ejemplo, es eterno. Y los Espíritus, creación de Dios, también tienen presencia en el Universo desde tiempos que no podemos definir con nuestro lenguaje.
CONFECOL define el Espiritismo de esta manera:
El conjunto de principios y leyes revelados por los Espíritus superiores, contenidos en las obras de Allan Kardec, que constituyen la codificación Espírita.
También tenemos que decir que el Espiritismo revela conceptos aparentemente nuevos acerca de Dios, los Espíritus y el mundo que nos rodea. Elementos que a su vez no son en absoluto nuevos, ya que siempre han existido. Coexistían (y coexisten) con nosotros, aunque no lo sepamos o no nos demos cuenta.
Podemos definir el Espiritismo como una doctrina filosófica cuyo aprendizaje provoca consecuencias en todos los aspectos de la vida, tanto la terrenal como la espiritual. Al hablar de doctrina filosófica, no podemos decir que sea una religión. De hecho, no tiene cultos, ni imágenes, ni ritos. También es cierto que sus enseñanzas tienen que ver con tres pilares básicos: Dios, el alma y la vida futura. Conceptos que se esfuerza en detallarlos.
Teniendo en cuenta estos conceptos básicos, solo nos queda estudiar el propio Espiritismo.
